Un golpe de música

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Como un gran sueño, esos que tenés cada tanto cuando le ponés play a un disco, cerras los ojos y de repente sentís que estás en un recital donde la banda suena tan perfectamente bien que te das cuenta que no puede ser posible. Bueno, eso sintieron las siete mil personas que se acercaron al Luna Park a ver a Incubus en vivo, pero con la diferencia de que esta vez era real.

Porque desde que los platillos de Pasillas empezaron a sonar en Circles y Mike Einziger hizo su característico riff todo sonó a la perfección, exactamente igual que en Morning View, como si fueran una maquinita…un reloj suizo, pero con la potencia y presencia de una banda en vivo.

Y así siguieron, con la misma fuerza del principio primero con Anna Molly -la versión eléctrica de Light Granades- y después con Nowhere Fast. Pero esto recién empezaba…

Pardon Me, Nice to Know You y Drive demostraron la versatilidad que tiene la banda para pasar en un segundo de un mar de tranquilidad y paz a un océano fuerte y revoltoso que se lleva cualquier cosa por delante. Pero además Incubus tiene el privilegio de tener un capitán de barco como Brandon Boyd, un tipo con la rebeldía de Cobain pero con la onda y timidez de Thom Yorke, que con su voz te transporta por todos los sonidos y ritmos por los que pasa la banda.

Pero había tiempo para algo más. Un repaso por los hits más grandes que tuvo Incubus en toda su carrera -tal vez la única ausencia de la noche fue Are You In?- desde Love Hurts y Punch a Drunk -uno de los momentos más altos de la noche- de Light Granades a Wish You Were Here y Aqueous Transmission de Morning View. Y antes de terminar la noche con la potencia de Have You Ever, los californianos presentaron Surface to Air, un tema nuevo que seguramente sea parte del próximo material del grupo.

Así cerró la noche el quinteto de California. Ahora sí podemos poner stop al disco, cerrar los ojos y seguir creyendo que todo fue un sueño. Porque después del show de Incubus sabemos que la perfección se puede alcanzar y mientras bandas como esta sigan haciendo música va a ser muy difícil que queramos seguir durmiendo.

Por Pablo Vio